LIMA.- El presidente del Perú, Ollanta Humala, tiene un gran dolor de cabeza familiar por problemas con dos de sus hermanos: por un lado, la hostilidad de Antauro Humala, quien desde prisión advirtió que el país se puede convertir en un "polvorín"; por el otro, la sanción política que recibió Alexis Humala por hacer negocios poco claros a nombre del Gobierno antes de que el nuevo mandatario asuma el cargo.

Desde una cárcel limeña, donde cumple 25 años de prisión por sedición, Antauro advirtió en declaraciones a un canal de televisión: "si se mantiene la Constitución de 1993 el país será un polvorín; pero si se reivindica la de 1979, el Perú seguirá teniendo paz social".

Precisamente, Ollanta asumió la Presidencia el 28 de julio jurando "por el espíritu de la Constitución de 1979", y no por la posterior, actualmente vigente. Este gesto fue repudiado por la oposición de derecha, con gritos y rechiflas en el recinto del Congreso.

Antauro fue sentenciado por encabezar en 2005, al frente de unos 150 seguidores, la toma de una comisaría en la ciudad de Andahuaylas que concluyó con la muerte de cuatro policías y dos atacantes durante el mandato de Alejandro Toledo, de quien pedía la renuncia. Ahora afirmó que esa sublevación fue contra la Constitución del 93, promulgada por el ex presidente Alberto Fujimori (cumple condena a 25 años por violación de los derechos humanos y corrupción), de modo que si ésta es derogada, debería ser liberado de la cárcel.

"En enero seré un ciudadano libre; voy a organizar mi partido, voy a inscribirlo a nivel nacional y vamos a presentarnos en las elecciones regionales de 2014 y en las nacionales de 2016", señaló el preso.

A raíz de sus declaraciones periodísticas no autorizadas y por haber burlado las medidas de seguridad internas, el Instituto Nacional Penitenciario dispuso su aislamiento provisional por una semana, tiempo en el que no podrá recibir visitas, aunque sí mantener contactos con sus abogados.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, César San Martín, negó que el líder del ultrarradical Movimiento Etnocacerista (mezclan de ideas ultranacionalistas, socialistas, fascistas, de racismo indigenista, xenofobia, homofobia y antisemitismo) vaya a quedar libre pronto: "su causa no está resuelta y nadie puede salir así nomás; estamos abocados al caso, pero no se puede decir que va a salir en tal o cual fecha".

Castigado
En el caso de Alexis Humala, fue foco de atención por haber viajado inconsultamente en julio a Rusia, donde tomó contacto con altas autoridades de ese país para negociar posibles acuerdos sobre gas y pesca. El partido oficialista Gana Perú lo castigó, suspendiéndolo de toda actividad institucional por seis meses. "Se reunió con autoridades de la Federación Rusa sin autorización del hoy presidente de la República, ni de la dirigencia (e invocó) una representación que no tiene", se indicó en el comunicado partidario.

Estos dos casos constituyen los más serios problemas que afronta el gobernante Humala a poco más de dos semanas de iniciada su gestión. El Presidente aclaró que el caso de Antauro "no es un tema para la agenda del Gobierno", y el 80% de los peruanos consultados para una reciente encuesta se opone a que se le dicte un indulto.

Pero el hermano preso podría ser quien le genere fuertes dolores de cabeza, ya que sus declaraciones fueron consideradas por diversos analistas como una inocultable presión hacia el mandatario.

"Las conductas de los familiares no debieran permitirse sino cortarse, porque podrían erosionar, ahora o quizás lentamente, la fortaleza política del Gobierno. Parece que hubieran estado esperando que asuma para ponerlo en problemas", advirtió el sociólogo Carlos Reyna. (AFP)